viernes, 28 de febrero de 2014

RESTAURACIÓN DE LA PEANA DE LOS ÁNGELES


Traemos a estas páginas la nueva recuperación patrimonial que desde la Asociación se ha promovido: la restauración de la Peana de los Ángeles. De excelente calidad (barroco, primera mitad del siglo XVII) está atribuida al genial escultor flamenco, Giraldo de Merlo.

Estos datos aparecen en la escritura de fianza otorgada en diciembre de 1609 por el platero toledano Andrés de Salinas, que se constituye en fiador del escultor “Xiraldo de Merlo” que debía hacer un retablo dorado y estofado, con un trono de ángeles “a los pies”, para poner la imagen de la Virgen de la Concepción “que está en la yglesia de San Xil” de Torrijos.


Sabemos por este documento que Giraldo de Merlo había contratado la obra mediante escritura, otorgada ante el escribano de Torrijos Antonio del Carpio y fechada el 16 de diciembre de 1609, actuado como representantes de la iglesia el clérigo Francisco Sánchez de Medina, Pedro López Carrasco y Pedro de Cuenca, todos ellos vecinos de Torrijos.

El precio de la obra se había fijado en 2.200 reales, de los que el “sábado” 19 de diciembre de 1609, se habían de pagar 1.000 reales, debiéndose abonar el resto cuando estuviera sentado el conjunto, durante la primera semana de Cuaresma de 1610.

Realizada en madera de pino, los motivos representados son a base de hojas carnosas y cabezas de niños.

Las diferentes piezas de que se compone están ensambladas a caja y espiga.
Tanto en la base como en la cornisa lleva molduras doradas en oro auténtico con decoración de bolas.


Su técnica de realización es en madera tallada dorada, policromada y estofada. Las cabezas de niños son pintura al óleo. El resto de policromía se realizó al temple, como es habitual en la técnica del estofado.

El tratamiento, realizado por el restaurador Germán Pérez Martínez, se comenzó desarmándola toda, ya que al haber estado con humedad persistente de escombros, suciedad sobre ella, contacto con el suelo, etc., se habían removido todas las piezas por perder el adhesivo de cola animal sus propiedades.

Una vez reforzada la unión entre las piezas se procedió a sentar la policromía y dorado evitando que tanto una como otra se siguieran desprendiendo de su soporte madera.

A continuación se procedió a la limpieza, eliminando los depósitos acumulados sobre ella en primer lugar, para después mediante limpieza química (con disolventes seleccionados de diferentes pruebas) ir extrayendo las duras capas de aceites y barnices aplicadas a lo largo del tiempo sobre las caras de los niños.

Después de terminada esta operación se reintegró el material que se había perdido o desprendido a causa de golpes, roces, etc. Esta fase se ha realizado con resina epoxi para restauración o con madera de pino.

Se han cerrado grietas, tapado agujeros y reintegrado alguna moldura que faltaba.


Las lagunas de volumen una vez reintegrado, así como los desprendimientos de preparación  y dorado se han reintegrado para evitar que la vista se distraiga sobre ellos al contemplar la obra en una visión de conjunto.

En la cornisa superior se ha respetado el desgaste y pérdida de dorado, puesto que afecta a la mayor parte de esa zona. En estos casos que las pérdidas superan un tanto por ciento elevado, una vez limpia, saneada y barnizada, se deja a la vista el paso del tiempo sobre ella. Al fin y al cabo, en escultura lo primordial es el volumen, como en pintura el color.

Finalmente se ha barnizado con resina acrílica en dos manos, resaltando de esta manera los tonos originales.

Por último se reintegró la policromía allí donde faltaba.